Si eres intolerante a la lactosa, en el post de hoy te proponemos algunas alternativas a la leche de vaca, para que puedas disfrutar del desayuno con un vaso de bebida vegetal con deliciosos sabores naturales.

Si eres intolerante a la lactosa seguro que has notado dolor de estómago, hinchazón o gases cuando has tomado algún lácteo, como la leche, el queso o el yogur. La intolerancia a la lactosa es la incapacidad del organismo para digerir correctamente el azúcar presente en la leche, ya sea de vaca, cabra o incluso materna.

En España, la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) estiman que entre el 10% y el 15% de la población es intolerante a la lactosa y un 34% tiene mala digestión de la lactosa, o intolerancia de menor grado.

Diferencias entre lactosa y lactasa

La lactasa es una enzima que se encuentra en el intestino delgado y que se encarga de dividir el azúcar de la leche (lactosa) en azúcares más sencillos, permitiendo su correcta absorción.

Las personas que padecen intolerancia a la lactosa no producen lactasa, o tienen niveles bajos de esta enzima, y esto provoca que la lactosa no se digiera y absorba adecuadamente, causando problemas digestivos.

Alternativas a la lactosa

Existen muchas alternativas que no contienen lactosa o que tienen un contenido tan bajo que no desencadena síntomas. La bebida de almendras, de arroz, de avena, de espelta, de nuez, de avellana, la leche de coco o la leche sin lactosa, así como los helados sin lactosa o los quesos veganos. Todos ellos son productos aptos para personas con intolerancia al azúcar de la leche.

¿Qué pautas alimentarias debo seguir si soy intolerante a la lactosa?

• Revisar muy bien las etiquetas de los productos que consumes para asegurarte de que no contienen lactosa ni trazas sospechosas. Seguro que poco a poco reconocerás estos productos a primera vista
• Una alimentación completa.Al eliminar los productos de leche de la dieta pueden aparecer carencias de calcio o vitamina D, por eso es interesante conocer alternativas a los lácteos convencionales, que sean grandes fuentes de calcio como la chía, pescado, legumbres o verduras.
• Alerta con los medicamentos: Un alto porcentaje de fármacos contienen lactosa entre sus ingredientes. Revisa siempre el prospecto y habla con el médico para encontrar medicamentos alternativos que cumplan con la misma función.

Bienestarlife

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